Javier S Gastro

Orígenes 2025 marcará un antes y un después en los congresos de Canarias

Orígenes en su VIII edición constituyó un éxito rotundo de organización y participación dando como resultado al que quizás haya sido el mejor congreso gastronómico para profesionales y estudiantes celebrado nunca antes en toda Canarias.

El Congreso Orígenes, celebrado recientemente en Gran Canaria, ha servido de plataforma para que la gastronomía regrese a su raíz más honesta: la emoción, la identidad y la reflexión social. Bajo la batuta de chefs y profesionales de primer nivel, el evento ha dejado claro que la cocina del presente ya no se mide solo en estrellas Michelin o técnicas de vanguardia, sino en su capacidad de conectar con las personas y transformar realidades.

Chefs Cena Clausura en Bodega San Juan

Toño Pérez del Restaurante Atrio, una de las voces más veteranas del encuentro y el representante con 3 Estrellas Michelin que cerró el congreso, rompió el hielo con una confesión desarmante: “Hace poco nos llegó a mi pareja y a mí la carta que te prepara para la jubilación, ante eso yo le dije a Jose que lo que yo he hecho no ha sido trabajar, ha sido disfrutar durante todos estos años, tanto que no lo considero un trabajo”. Pérez defendió la felicidad como el verdadero motor de un restaurante y lamentó que la distancia entre los pueblos y las decisiones políticas siga lastrando sus progresos. Crítico con la falta de apoyo institucional, subrayó que “los pueblos solo los cambiaremos a través de la política”, mensaje que resonó especialmente en una región históricamente dependiente del sector primario y el turismo.

Más desenfadado y directo, Pedrito aprovechó su intervención para cuestionar la influencia de las redes sociales en la gastronomía: “Aprenden tanto mirando Instagram que olvidan su personalidad propia”. Bajo esa premisa, defendió la importancia de pensar —más allá de dominar técnicas— como el verdadero desafío de la cocina contemporánea. “Lo principal es ser feliz, no pensar en tener una estrella Michelin”, zanjó el chef, defendiendo una visión del éxito más ligada a la satisfacción personal y al equipo que a los galardones.

Bego Rodríguez de La Salita, Valencia, con 1 Estrella Michelin presentó su propuesta de vinos sin alcohol y vinagres propios, que degustamos por el público asistente crearon auténtica sensación, “me encuentro en uno de los momentos más felices de mi vida y eso hace que se note en mi cocina. Yo tengo mi negocio para ganar dinero pero también para que mis equipos lo ganen y tener una conciliación laboral que deje felices al comensal que nos visita, a la familia de La Salita y a nosotros como propietarios, es un winwin de manual para todos”, declaración que arrancó la ovación de los asistentes a su ponencia.

Pedro Sánchez «Bagá»

Bego Rodrigo y Pepe Solla

Antes, a primera hora de la mañana, Germán Ortega y su equipo de La Aquarela también habían centrado su ponencia en la evolución que ha tenido su cocina desde hace 8 años a día de hoy, “el obtener la Estrella Michelin nos dio fuerza para seguir el camino que nos habíamos marcado como era el hacer una cocina apegada a nuestros productos, ponerle mucha atención a la propuesta vegetal y ser creativos pero sin olvidar nuestras raíces”.

En una ponencia conjunta donde se puso el valor a la sala, Nikola Ivicic (La Aquarela) y Marcos Trujillo (Bardal) reflexionaron sobre la evolución de la sala entre ayer y hoy, “en el fondo lo más importante es tener una personalidad propia en la sala, estar presente para el disfrute del comensal pero siempre con respeto” casi afirmaban ambos con rotundidad sobre sus objetivos en las respectivas salas.

Raúl Pérez fue la persona representativa en el mundo del vino y puso el foco en el mundo bodeguero, relatando desde la sinceridad su “pasión frustrada” por la cocina y la dificultad de conectar cara a cara con el consumidor en el ámbito vitivinícola. El dato es elocuente: en su pueblo de solo 52 habitantes existen 17 bodegas de altísimo nivel, una señal de la densidad cultural y el valor patrimonial que supone el vino para el ámbito rural. “En la bodega, si cometes un error, lo pagas con la vida”, recordó, dando fe del rigor y entrega que implica la profesión.

Dos de las ponencias con más emoción de la jornada fueron las protagonizadas en primer lugar con el costarricense Randy Siles trajo consigo una visión global anclada en la sostenibilidad y en la regeneración social del entorno rural. “Partimos de la sostenibilidad para crear la excelencia”, afirmó, insistiendo en la necesidad de mirar un paso más allá y devolver vida y oportunidades a los pueblos que sufren el abandono. Uno de los proyectos que mejor ilustra su pensamiento es la inclusión laboral de “personas privadas de libertad” en sus cocinas, rompiendo prejuicios y apostando por la segunda oportunidad: “Señalamos a las personas por lo que hicieron pero no hacemos porque esas personas tengan una segunda oportunidad”.

Randy Siles y Vero Zumalacárregui

Por otra parte, en el espacio que la organización quiere destacar a partir de este año a un  “grancanario por el mundo” el oriundo de Valleseco, Javi Vega, vino con su pareja de vida y socia de trabajo, Blanca Martínez, a presentar su restaurante en Valencia, Memoria Gustativa, a través de su concepto de trabajo basada en las raíces y recuerdos de ambos. Natillas y Flanes con una personalidad propia que no les voy a desvelar por aquí dejaron paso a una reflexión personal que sacó las lágrimas al propio Vega en el escenario, a la magnifica presentadora del evento Verónica Zumalacárregi (Canal Cocina) y a toda la platea. Dale al click en el link de abajo y te llevará al video en mi Instagram para que sepas de lo que hablo.

https://www.instagram.com/reel/DPO4yF6jJ2K/?igsh=MXA1eTJtemRhaTRkbQ==

En esa reflexión Javi cuenta cómo recibieron su Sol Repsol en Tenerife, dentro de una maravillosa gala, hotel con grandes chefs de toda España y un postureo hacia el exterior que se contradecía con la dura situación económica que ambos vivían en esos momentos. Con ello lo que quería transmitir a una platea repleta de estudiantes de la isla es que los sueños se pueden cumplir pero a través de mucho trabajo y esfuerzo. 

Pero Orígenes tuvo mucho más que las ponencias, este modelo de congreso que ha ido creciendo de manera exponencial en Gran Canaria durante las 8 ediciones celebradas consigue unir sinergias, experiencias, enseñanzas y aprendizajes entre todos los asistentes. Rotundo éxito el hacer que las ponencias empiecen temprano, sean intensivas durante la mañana y que a las 15h se termine la jornada para afrontar el almuerzo donde ponentes y asistentes comparten espacio sin las prisas para acudir a  lo que suelen ser fallidas sesiones vespertinas por cualquier congreso de nuestro país.

Los almuerzos constituyeron otro de los rotundos éxitos de esta edición. Con el maestro arrocero Edu Torres (Molino Roca) comandando y trabajando con varios de los profesionales del arroz más reputados de la isla entre los que encontrábamos a Borja Conde (La Arrocería El Perchel), los famosos gemelos grancanarios que arrasan con su proyecto Dilo con Arroz, los amigos de El Ronqueo y otros más que elaboraron arroces de todo tipo que hicieron las delicias de los asistentes durante las dos jornadas. 

Edu Roca

Como segundo plato, el primer día tuvimos los inmejorables cochinos a la sal del Restaurante El Vega con su jefe de cocina Airam Vega al frente. El segundo día fue Carmelo del Asador La Pasadilla quien preparó dos perolas a lo grande de unas garbanzadas de película, una de ella coronada con un Amontillado de León Domecq, que nos hizo volar la cabeza a todos, locales y foráneos. Junto a ellos la propuesta de Frimancha Canarias, Aquanaria, Coca Cola, Makro o Vinófilos y las equipaciones de Equipatel Insular dieron como resultado a unas horas donde las confidencias, anécdotas y encuentros se celebraban por igual entre estudiantes y profesionales.

Airam Vega

Carmelo González, Jose Romero y Jose María Marquez

Y sobre los estudiantes quiero centrarme y dedicarles un espacio, FELICIDADES Y GRACIAS a todos ellos, se comportaron como unos auténticos fuera de serie escuchando cada una de las ponencias, preguntando, mostrando interés y participando. El objetivo principal de Orígenes es que les sea útil a estudiantes y profesionales, eso estuvo conseguido con la gran novedad de este año por parte de la organización trayendo profesionales de casi todo el archipiélago.

Otra parte que no se vio, pero que sí se vivió y de que manera, fueron las tres cenas organizadas para los asistentes profesionales al evento. La noche de bienvenida con un cocktail celebrado en el Hotel Cristina. La segunda noche con una cena al aire libre en medio de las plataneras de la Finca La Recompensa, que aprovecho para pedir y recomendar que la anoten para visitar porque es un auténtico deleite.Y por último, en la clausura se cenó en la Bodega San Juan, dentro de un marco absolutamente incomparable. No me voy a poner a relatar todos los platos y chefs que participaron en cada cena porque sería interminable pero ver gente de aquí y de allí elaborando/cocinando juntos dieron lugares a momentos únicos que quedarán grabados en la retina tanto de ellos como de los afortunados que lo pudimos vivir.

Pedrito Sánchez en La Recompensa

El Congreso Orígenes se ha distinguido no solo por el nivel de sus ponentes, sino por situar el debate sobre la gastronomía en un territorio mucho más amplio que el puramente culinario. La cocina entendida como motivo de celebración —y de reivindicación—, como vehículo de felicidad, pero también de denuncia y acción transformadora.

Los testimonios recogidos en este encuentro dejan un mensaje claro: la identidad de un lugar se construye entre fogones, viñedos y mesas compartidas, pero su futuro depende del compromiso y la capacidad de los profesionales para pensar más allá del plato, asumiendo su papel como agentes de cambio en sus comunidades. Orígenes no solo ha sido un congreso; ha sido un poderoso recordatorio de que la gastronomía aún tiene mucho que decir sobre el mundo que queremos construir.

Así que cuando las cosas no se hacen bien, se critican, en este caso hay que aplaudir y reconocer el éxito rotundo de este congreso en su presente y seguro que en su futuro. El Cabildo de Gran Canaria con su Consejería de Industria y Comercio con la consejera, Minerva Alonso y su Director Insular, Juanma Gabella. A la Cámara de Comercio con Ramón Redondo y Eugenio Sánchez siempre al frente. Gastronomic Projects (Tania, Robert, Jorge, Vanesa, Desi, Albert, Daniel, etc etc) como empresa ejecutora del evento. Y a todo el sector gastronómico de la isla, profesional y formativo, porque se ha demostrado una vez más, y dando un golpe en la mesa, que la unión en la gastronomía grancanaria es el ingrediente de éxito en esta época dorada que se vive actualmente.

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